 Dresde,
la Florencia del Elba
 Dresde es una de las ciudades
monumentales más bonitas de Alemania, hasta el
punto de que la comparan con Florencia.
En esta seccion te damos algúnas
notas generales para tu escapada a Dresde desde
Berlín, desde luego una buena idea.
Sobre Dresde
La capital del estado de Sajonia, con sus 800 años
de historia y su segundo nacimiento tras la destrucción
casi total de las bombas de febrero de 1945, es una ciudad que
asombra y enamora a sus vistantes.
Como todo el este de Alemania,
quedó tras la cortina de hierro durante cuarenta años,
y esa es también una de las importantes huellas históricas
marcadas a fuego en la ciudad.
Centro de historia, capital de la cultura y el arte
También se la conoce como la
Florencia del Elba y es uno
de los centros culturales más famosos de Europa, con una de
las colecciones de arte más grandes en sus varios
museos y galerías.
Su gloria comienza alrededor del 1500,
como residencia real y centro del Renacimiento y posteriormente,
del Barroco europeo. Siguiendo los deseos de Augusto el Fuerte, se
la asemejó a Venecia.
Monumentos y construcciones de los siglos
XIX y XX, como por ejemplo la Brühlsche Terrasse sobre el río,
llamado el “Balcón de Europa”, completan esa visión.
Famosa es también la llamada “Vista de Canaletto”,
vista de la ciudad plasmada en ese famoso cuadro de pintor, apreciable
desde la orilla del río correspondiente al barrio Neustadt.
Altstadt
Es el centro histórico, ubicado sobre la orilla izquierda
del Elba, es la parte más antigua.
Sus edificios del Renacimiento,
del Barroco y del siglo XIX, dibujan el perfil más famoso
de esta ciudad. El más conocido de estos edificios es la Fraunkirche,
la Iglesia de Nuestra Señora, símbolo de la reconstrucción,
con su cúpula barroca que volvió a erigirse después
de más de cincuenta años de su destrucción.
Otros de los monumentos famosos de esta zona, son
la Ópera
Semper, la Catedral Hofkirche, el Zwinger y su Galería de
los Maestros Antiguos, las caballerizas y establos del Palacio, el
Albertinum y su Galería de los Nuevos Maestros, la Cámara
de los Tesoros y la Cámara Verde, ambas habitaciones pertenecientes
al Palacio, no abierto al público en su totalidad aún.
La calle Pragerstrasse ofrece la mayor variedad
de centros comerciales, tiendas y oferta gastronómica de la ciudad.
La
Neustadt
Al norte de la ciudad, el río Elba tiene
sobre su margen derecha al barrio de Neustadt, parte “nueva” de
la ciudad que se une a ella en 1550.
Abarca casi el 50% de
Dresde y es allí donde
se reúnen para salir y donde viven principalmente familias
jóvenes, inmigrantes y estudiantes.
Para llegar desde el centro
hacia la Neustadt, debemos cruzar el puente
Augustusbrücke,
uno de los más bonitos y el que une los más importantes
monumentos y edificios de Altstadt, el centro, con este barrio. Al
ingresar, la estatua dorada de Augusto el Fuerte, el Goldener
Reiter o “Caballero Dorado” nos da la bienvenida.
A
este barrio se lo llama también "Barockviertel",
el barrio del Barroco. Y es después del centro, la zona más
importante. Algunas de sus calles más importantes son la Königstraße
y la Hauptstraße, la única que ha mantenido su estética
barroca a pesar de bombardeos y las remodelaciones hechas durante
el socialismo. Desde allí, puede verse el Japanische Palais.
En esta zona hay muchas galerías de arte, boutiques, anticuarios
y tiendas de decoración. Otro monumento importante en la zona
es la Iglesia Dreikönigskirche, la más importante del
barrio.
Un buena idea es tomar uno de los barcos de la que es la flota a
vapor más antigua de Europa y recorrer
la ciudad por el Elba,
viendo sus puentes más importantes, llegando al que es quizás
el más bonito de ellos, un puento de hierro llamado Blaue
Wunder (el milagro azul). Oficialmente su nombre es Loschwitzer
Brücke.
El recorrido permite apreciar algunos de los palacios
y palacetes o “Villas” que aún hoy están
en pie sobre las márgenes del río, como los palacios
Lingner-Schloss, Schloss Eckberg y Schloss Albrechtsberg, hoy centros
para eventos, congresos y banquetes. El paseo llega hasta el Palacio
y parques renacentistas de Pillnitz, en las afueras de la ciudad.
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